Marco Bonilla: Liderazgo que le da norte a México | Opinión de Froylán Castillo

En un México herido por la violencia, donde las instituciones han dejado de ser contrapesos para convertirse en extensiones del poder presidencial, hay regiones que todavía resisten con orden, visión y resultados. Y entre ellas, Chihuahua destaca como un faro de esperanza, no por retórica, sino por hechos. Lo que ocurre en la capital del estado no es una casualidad, es el resultado de un liderazgo claro, firme y coherente. Se llama Marco Bonilla.

La más reciente evaluación de la encuestadora RUBRUM lo ubica como el mejor alcalde del país en materia de seguridad y servicios públicos entre todas las ciudades capitales. En un país donde el crimen organizado ha secuestrado comunidades completas, donde el ciudadano vive con miedo y el gobierno federal se limita a abrazar delincuentes, Chihuahua capital sobresale con una calificación de 7.25 en percepción de seguridad, reflejo de una estrategia municipal profesional, cercana y eficiente.

En servicios públicos, tareas esenciales como la recolección de basura, el alumbrado, el mantenimiento urbano, obtuvo una alta aprobación, lo que indica algo fundamental, en Chihuahua sí se gobierna bien. Mientras otros lugares se derrumban bajo el peso de la improvisación, aquí hay planeación, ejecución y resultados.

Pero las encuestas revelan algo más profundo, Marco Bonilla es también uno de los alcaldes mejor evaluados en desempeño general a nivel nacional, y uno de los más cercanos a la ciudadanía. Esto no es nuevo: ha encabezado múltiples mediciones de desempeño en años anteriores. Y lo más notable es que este liderazgo trasciende lo local. Recientemente fue reconocido por el Senado de Colombia por sus políticas públicas familiares y de seguridad, lo que demuestra que su modelo de gobierno ya es observado internacionalmente como ejemplo de buenas prácticas.

Frente a esto, uno no puede evitar contrastar: ¿qué pasa en el resto del país? La realidad es cruda. La inseguridad es el principal problema nacional. El narcotráfico ha dejado de ser una amenaza externa para convertirse en un actor político de facto. Las instituciones, lejos de funcionar como frenos y contrapesos, responden hoy a los caprichos de una presidencia que centraliza todo poder. La justicia se doblega, los órganos autónomos se debilitan, y la voz de los ciudadanos es ignorada.

Mientras eso ocurre, en Chihuahua se gobierna con principios y con rumbo. Y esa es la diferencia. No se trata de comparar estados por regionalismo, sino de entender que hay liderazgos que representan una visión distinta de país. Y ahí es donde Marco Bonilla se convierte en un perfil indispensable para el futuro de México.

Sabemos que Morena intentará mantener su control político a toda costa. Y es previsible que busquen perfilar a Cruz Pérez Cuéllar o Andrea Chávez como cartas en la sucesión. Pero lo cierto es que ninguno de ellos representa una visión de cambio real, ni han demostrado resultados contundentes como sí lo ha hecho Bonilla.

Lo más valioso, sin embargo, no está solo en las cifras ni en los reconocimientos. Está en su coherencia de principios. Marco Bonilla es de los pocos líderes que ha defendido sin titubeos la vida y la familia, en un entorno político donde muchos prefieren callar por cálculo electoral. Él no. Lo dice con firmeza y lo respalda con políticas públicas concretas.

Además, es uno de los pocos perfiles que logra conectar con la juventud desde la autenticidad, no desde el eslogan vacío. Lo hace con ejemplo, trabajo y una narrativa de futuro posible, donde gobernar no es sobrevivir al caos, sino construir orden con valores.

Por eso, sin caer en localismos, hay que decirlo con toda claridad, Marco Bonilla no solo gobierna Chihuahua. Representa una esperanza real para para el norte del país. Es el único perfil con la fuerza moral, los resultados y el coraje para enfrentar a Morena en 2027.

En un país que se debate entre el autoritarismo y la confusión, él representa algo que hace años no vemos, una visión clara, moderna y con identidad. Como él mismo dice, gobierna “al estilo Chihuahua”: con firmeza, con cercanía, y con resultados. Y con cada paso, le esta dando norte a todo México.