top of page
LXVIII (1)_page-0001.jpg
500x200 (4).png

La atracción principal del evento: ¿"la unidad nacional'' o Andy López Jr? | Opinión de Valentina Terrazas

  • Foto del escritor: La Redacción
    La Redacción
  • 11 mar
  • 2 Min. de lectura
ree

Lo que empezó como un llamado a la “unidad” por la defensa de la “soberanía nacional” terminó siendo una demostración magistral de la soberbia morenista. Porque, al parecer, la verdadera protagonista de la tarde no fue la Presidenta de México, sino el hijo del ex Presidente López Obrador. Quién lo diría...


El pasado 9 de marzo, Claudia Sheinbaum encabezó una Asamblea Informativa en el Zócalo de la Ciudad de México, rodeada distintas personalidades de su partido, e incluso de algunos gobernadores de oposición.


El objetivo del evento era fortalecer el discurso de “unidad y soberanía nacional”, pero... ¿De qué trató?, ¿qué dijo la presidenta?, de eso nadie se acuerda.


Y es que en todos los medios de comunicación solo se habla del desplante por parte de los líderes de Morena, quienes prefirieron tomarse la foto con Andy López Beltrán antes que saludar a la mismísima Presidenta de la República. Ahí estaban Monreal, Adán Augusto, Manuel Velasco y hasta Luisa María Alcalde, dándole la espalda a Sheinbaum.


Por supuesto, la Presidenta no pudo disimular su molestia. Pero, fiel a la falsa unidad interna, al día siguiente salió a la Mañanera a asegurar que "no pasaba nada" y que era "algo menor". Pero seamos honestos: ¿Esto hubiera pasado en los tiempos de AMLO? ¿Alguien se hubiera atrevido a ignorar su presencia de esa manera?


Horas después, los protagonistas del desaire intentaron enmendar su "pequeño error" con disculpas públicas en redes sociales. Monreal, Adán Augusto y Velasco aseguraron que "se dejaron llevar por la emoción del momento"… Claro, la emoción de estar junto a Andy Jr. Quien por cierto, no le ofreció ningun tipo de disculpa a la Presidenta.


Y por si fuera poco, la dirigente de Morena se atrevió a decir que fue “un descuido de protocolo” y que la oposición estaba intentando desviar la atención del objetivo del evento. Pero la falta de respeto no fue por parte de ningún gobernador del PAN, o del PRI o de Movimiento Ciudadano. La humillación vino desde adentro, cortesía de su propio partido, de sus "compañeros" que, sin decirlo, dejaron en claro que la lealtad en Morena sigue teniendo nombre y apellido.


Y es que esto no es un “incidente” aislado. En los últimos meses, los liderazgos de Morena han movido hilos para restarle poder a Sheinbaum: tumbando a su candidata a la CNDH, postergando su Ley Anti Nepotismo, y ahora, ignorándola en su propio evento. Todo indica que las riendas del partido siguen en manos de la familia López, y con ellas, también las lealtades.


En fin, un evento que supuestamente tenía el objetivo de mostrar la unidad nacional, terminó por mostrar la falta de ella en Morena.


Comentarios


bottom of page