La seguridad se construye con hechos | Opinión de Froylán Castillo

A lo largo de cuatro años, Chihuahua Capital ha demostrado que la seguridad no es cuestión de improvisación, sino de liderazgo, planeación y resultados. El cuarto informe del alcalde Marco Bonilla refleja un balance sólido que coloca a la capital en un camino de avance y estabilidad, en contraste con los retos que otros municipios, como Ciudad Juárez, aún enfrentan frente a la violencia.

Los datos oficiales hablan por sí solos. En julio de 2025, el municipio de Chihuahua registró 23 homicidios dolosos, lo que representa una tasa de 2.24 por cada 100 mil habitantes. En contraste, Ciudad Juárez contabilizó 103 homicidios, con una tasa de 6.2 por cada 100 mil habitantes. Una diferencia que no solo es estadística, sino que refleja dos modelos de gobierno opuestos, el de la estrategia y la inversión contra el de la improvisación y el descuido.

Pero los logros en Chihuahua van más allá de las cifras. Se sumaron 154 patrullas nuevas a la flotilla, se graduaron 360 policías y 83 bomberos, consolidando una corporación más fuerte y profesional. Además, se concluyó la construcción del Instituto Superior de Seguridad Chihuahua, pieza clave para la formación académica de policías y bomberos que permitirá blindar el futuro de la seguridad en la capital. La tecnología no se quedó atrás, se entregaron armas modernas y 400 chalecos balísticos que blindan la capacidad operativa y protegen a quienes están en la primera línea. A esto se suman proyectos estratégicos ya en marcha, como la construcción de una nueva Comandancia en el oriente de la ciudad, la instalación de cámaras LPR de última generación, la dignificación constante de los elementos policiacos y una política de puertas abiertas que fortalece la confianza ciudadana.

Mientras tanto, en Ciudad Juárez los números siguen marcados por la tragedia. Cada semana los titulares repiten lo mismo, ejecuciones, masacres, extorsiones y un desbordamiento criminal que desnuda la falta de estrategia. Allá se privilegian los discursos, las giras y las aspiraciones políticas; aquí, se privilegia la vida de los ciudadanos.

Y aunque la seguridad es el eje central de este informe, también hay otros resultados que merecen destacarse. La ciudad avanza en infraestructura vial con puentes y distribuidores que transforman la movilidad, se logró la reconversión del 85% del alumbrado público a tecnología LED, y se renovaron espacios deportivos y culturales, como el Polideportivo Luis H. Álvarez. Todo ello suma a la construcción de una capital moderna y con calidad de vida.

El propio alcalde lo expresó con claridad, “No me asustan las críticas. Quiero que me juzguen no por mis discursos, sino por mis resultados”. Una frase que resume lo que hoy se vive en Chihuahua Capital, un gobierno que entrega hechos concretos frente a las promesas vacías de otros municipios.

La seguridad no es de colores ni de partidos, pero tampoco es un asunto de improvisación. Es el fruto de la preparación y del liderazgo de un alcalde que entendió que gobernar es dar resultados, no excusas. Chihuahua Capital es ya un referente nacional y tarde o temprano este modelo deberá replicarse en otros municipios, sobre todo en aquellos donde las palabras pesan más que los hechos y donde la gente sigue pagando la factura de la inseguridad.

En Chihuahua los resultados están a la vista. Allá, los discursos; aquí, los logros. Y hoy, con firmeza, se puede decir, con resultados vamos por Chihuahua.