Cuando la seguridad es prioridad y no discurso | Opinión de Froylán Castillo
- La Redacción

- 30 oct
- 3 Min. de lectura

Mientras en Ciudad Juárez la inseguridad sigue siendo el talón de Aquiles de la administración de Cruz Pérez Cuéllar, en Chihuahua capital la diferencia se nota, aquí la seguridad no se presume, se demuestra. No es producto de la casualidad, sino de una estrategia sostenida, planeada y acompañada de inversión real.
El alcalde Marco Bonilla presentó el pasado miércoles, una nueva etapa de modernización tecnológica para la Dirección de Seguridad Pública Municipal y la Plataforma Escudo Chihuahua, con una inversión enfocada en fortalecer la interoperabilidad, la radiocomunicación digital y la videovigilancia inteligente.
Solo en esta fase, se incorporan 438 radios portátiles encriptados, 200 nuevas cámaras lectoras de placas, y la aplicación “CuelgApp” implementada bajo un convenio de colaboración con el municipio de Querétaro, constituyendo una red de herramientas que permiten actuar en tiempo real ante situaciones de riesgo y seguir apostando por la prevención del delito.
Con ello, la administración municipal de Marco Bonilla consolida a la mejor policía municipal no solo del estado, si no a una de las mejores del país.
Pero más allá de las cifras, lo relevante es que los resultados acompañan a las inversiones. Es ahí donde Chihuahua capital marca distancia, ya que los datos son contundentes.
De acuerdo con los datos oficiales de la propia federación, Ciudad Juárez registró en septiembre de 2025, 91 víctimas de homicidio doloso, con una tasa mensual de 6.1 por cada 100 mil habitantes. En agosto fueron 72 víctimas, una tasa de 4.8. teniendo incluso meses con más de 100 homicidios.
A ello se suma una percepción de inseguridad del 65.3%, que continúa al alza pese a los discursos oficiales.
En 2024, Juárez cerró con más de 1,090 homicidios, una de las tasas más altas del país casi 73 por cada 100 mil habitantes, y 2025 apunta en la misma dirección.
Los hechos superan los discursos, mientras allá la violencia se mantiene constante, la confianza ciudadana se desploma.
En contraste, Chihuahua capital registró en septiembre 22 homicidios dolosos y en agosto 23, con tasas de 2.35 y 2.45 por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
Más allá de los números, la tendencia es a la baja, se ha reportado una reducción del 29% en homicidios durante los primeros nueve meses de 2025, respecto al mismo periodo de 2024.
Nada de esto es fortuito. Es el reflejo de una política pública de seguridad moderna, que combina planeación operativa, inteligencia tecnológica y profesionalización policial.
Gobernar con resultados implica asumir la responsabilidad completa de la seguridad pública, sin buscar culpables externos ni pretextos. Significa entender que la tranquilidad de una ciudad no depende de discursos ni de conferencias de prensa, sino de decisiones firmes, planeadas y respaldadas por inversión. En Chihuahua capital, la administración municipal de Marco Bonilla ha demostrado que cuando existe liderazgo, coordinación y visión, los resultados se reflejan en las calles y en los números.
Mientras algunos gobiernos municipales culpan al entorno, al estado o a la federación incluso siendo del mismo color politico, en Chihuahua capital se asume la responsabilidad y se construyen resultados.
Aquí, la voluntad política se traduce en acciones, y las acciones en indicadores medibles.
La seguridad no es un tema de suerte ni de retórica. Es de decisión, inversión y resultados.
Y esa es, quizá, la gran diferencia entre Chihuahua y Juárez,
en la capital se gobierna con planeación y resultados,
en Juárez, aún se intenta gobernar con discursos.







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