Conquistan el Auditorio Nacional los grandes del ayer con «La Caravana del Amor»

Ante un buen número de personas que acudieron desde temprana hora al Auditorio Nacional de la Ciudad de México, estrellas de los setenta y ochenta de la música mexicana conquistaron a cientos de personas con un extraordinario repertorio lleno de nostalgia y romanticismo.

Los primeros en salir a escena fueron «Los Panchos» que trasladaron a la memoria de los presentes a la época del bolero y los tríos de nuestro país con canciones como: «Sabor a mí», «Bésame Mucho», «Corazón de Melón», entre otras.

Con un vestido radiante y luciendo como la gran diva que es, Manoella Torres relevó al trío musical con el tema «Piel Canela», recordando los inicios de su carrera artística en donde tuvo la oportunidad de compartir escena con los iniciadores de la agrupación. «La Mujer que nació para cantar» presentó una variedad de sus éxitos y rindió un homenaje a su gran amiga, Dulce, quien perdió la vida en diciembre pasado.

Vinieron a escena Carlos Cuevas, Jorge y Alex Muñiz, que inyectaron el tono divertido con el público con su buen sentido del humor, interpretando boleros y baladas del recuerdo de muchos, entre ellas el clásico «Por Amor» que inmortalizó a don Marco Antonio Muñiz como uno de los íconos del romanticismo en la música mexicana.

Estela Núñez salió a escena al son de «Ódiame» en donde dejó en claro porqué es una de las intérpretes más valoradas de este país, con su extraordinario alcance de notas interpretó al público los éxitos que la consolidaron como una de las favoritas; sonaron temas como «No me arrepiento de nada», «La paloma», «Con las manos vacías» y su infaltable tema «Una Lágrima».

Pasadas las ocho de la noche llegó al escenario Rocío Banquells, quien abrió con «Ese hombre no se toca» y llevó a los presentes a recordar al compositor, Leo Dan, con un popurrí que dedicó al argentino; también interpretó el tema que la llevó a participar en la película «La bella y la bestia» de Disney.

Por último, fiel a su estilo, Enrique Guzmán salió a escena para cerrar la gran velada que miles vivieron en el llamado Coloso de Reforma; dentro del repertorio no podía faltar «Tu cabeza en mi hombro», «Payasito», «Con y por amor» y «Secretamente».